"El Señor nos invita a vivir la santidad", dijo Mons. Ricardo Mnorales, obispo de Copiapó, en la celebración de despedida de la imagen de Fátima, la tarde del lunes 1 de noviembre.

En su homilía, referida a las bienaventuranzas, el obispo dijo que la vocación a la santidad no es un privilegio. "Ser santo significa hacer vida lo que hemos escuchado en el evangelio: tener alma de pobre, estar con los que sufren, ejercitar la paciencia, luchar por la justicia, vivir la misericordia, tener corazón puro, trabajar por la paz".

Santidad de la puerta de al lado
Don Ricardo destacó que "la santidad es olvidarse de sí mismo y procurar el bien del otro. ¿Acaso no hay santidad en quien se preocupa del vecino adulto mayor de su sector? ¿O en la mamá que vela toda la noche junto a su hijo enfermo? ¿o en el padre que hace todo para llevar el pan a su familia? ¿En quienes se preocupan de los que lo pasan mal y les tienden una mano? Esto han hecho los santos. Y en nuestras familias tenemos ejemplos de esta santidad, en la abuela que nos enseñó a rezar, o el abuelo que nos invitaba a superar los malos momentos. Santidad de la puerta de al lado, silenciosa, discreta, a la que todos estamos invitados".

Y concluyó: "Despidiendo esta imagen de Nuestra Señora de Fátima, que nos visitó, le pedimos que nos ayude a vivir esta santidad de los sencillos, que pasa desapercibida, para que seamos verdaderamente discípulos y discípulas del Señor".

Al final de la misa, don Ricardo agradeció al equipo que organizó la visita, particularmente a quien fue su custodio en la diócesis, el p. Francisco Javier Medina. Como muestra de agradecimiento, le regaló un rosario traído desde Portugal, el mismo que sostiene la Virgen en sus manos, y pidió para él y todas las personas que colaboraron, abundantes bendiciones.

La imagen de Fátima partió este martes 2 de noviembre rumbo a Santiago, después de haber peregrinado por Atacama desde el pasado 24 de octubre.

Fuente: Comunicaciones Copiapó
Copiapó, 03-11-2021