Padre Mario Erazo Flores una vida entregada al servicio de los demás

Padre Mario Erazo Flores una vida entregada al servicio de los demás

Con mucho cariño la comunidad de Concón despidió al padre Mario Erazo Flores quien por más de 50 años entregó su vida de sacerdote a esta comuna. El padre Mario Erazo falleció a los 91 años de edad y 67 años de sacerdote. Durante 41 años fue párroco de la Parroquia Nuestra Señora de las Mercedes de Concón. La Municipalidad de Concón decretó duelo comunal por tres días a raíz de su sensible fallecimiento. Esto, en virtud del profundo aporte que realizó a la comunidad conconina.

 
Jueves 21 de Octubre de 2021
Ver Galería
Toda una vida en la comuna de Concón, más de 50 años estuvo en esta comuna, de los cuales 41 años fue párroco de la Parroquia Nuestra Señora de las Mercedes de Concón. A raíz de la pandemia, hubo que tener un aforo limitado para la Misa de su funeral; sin embargo, durante el miércoles, se realizaron tres eucaristías para que todas las personas que lo desearan pudieran despedirse del padre Mario Erazo Flores.

Con mucho cariño las personas presentes iban compartiendo sus recuerdos, anécdotas que habían vivido durante tantos años con el padre Mario. Los copihues también salían en sus conversaciones. Fue un pastor cercano, presente, atento a las necesidades de su comunidad.

La Misa de su funeral fue presidida por Mons. Jorge Patricio Vega Velasco, svd., Obispo de Valparaíso, quien le solicitó al padre José Pablo Valencia realizar la homilía.

El padre José Pablo Valencia inició la homilía agradeciendo a don Pancho quien por 43 años estuvo acompañando al padre Mario, 43 años caminando, compartiendo la vida. También agradeció a todas las personas que estuvieron acompañando al padre Mario. El padre José Pablo señaló que el padre Mario fue un hombre lleno de Dios, que nos mostró su humanidad, que le enseñó que para ser cura no hay que ser perfecto, sino que para ser cura hay que asumir la fragilidad y la propia debilidad.

“Tenía un corazón tremendamente generoso que era capaz de dejar todo un lado para ir a atender una realidad particular. Cada vez que voy a visitar a un enfermo voy con el padre Mario. Muchos de nosotros heredamos esa pasión por acompañar, aquella pasión por estar presente salía ese rostro tan amable, tan misericordioso, alegre que a muchos nos cambió la vida. Lo he dicho siempre, el padre Mario creyó en mí cuando nadie lo hacía y me mostró una forma y un estilo de vida que hoy amo, el sacerdocio. Aprendí a ser cura junto a él. Un hombre entregado profundamente a la Eucaristía. Sus 41 años de párroco, 67 años de ministerio sacerdotal, nos fueron mostrando un nuevo estilo de ser sacerdote, que no era solamente del púlpito, sino que, como buen franciscano en su corazón: las chalas, el morral y los pies para caminar, para armar muchos comedores solidarios, actividades sociales. Quería vincularse a la historia de las familias, quería ayudarles desde lo más profundo. ¿A cuántos de nosotros no nos ayudó a seguir caminando cuando parecía todo perdido?”

“Fue una buena persona, era cercano, asumía sus fragilidades y debilidades. Dios no nos llama a pesar de nuestra historia; Dios nos llama con nuestra historia, con nuestra fragilidad. Nos enseñó que la vida tiene sentido cuando es donada y entregada. Una vida donada y entregada al servicio de los demás. Dios nos acarició y visitó mediante la presencia del padre Mario. Nos enseñó a cuidar y valorar, siendo fiel a su espíritu franciscano, el medio ambiente, a valorar y cuidar nuestra cultura y tradiciones”.

“Una de las cosas que el padre Mario me enseñó es que la vida de fe no es solo una ritualidad, venir a Misa, cumplir los mandamientos. La vida cristiana se trata de vivir al estilo de Jesús en las calles, se trata de buscar ese amor, cercanía en la justicia, no le tengamos miedo a la palabra justicia, el Señor es justo. Se preocupaba mucho por las personas más pobres, las personas más desvalidas, por aquellos que el mundo rechaza, el padre Mario los abraza con cariño. Acogía con tanto cariño a aquellos que el mundo despreciaba y ese amor que él tiene, cada conconino, conconina, debemos heredarlo en nuestras vidas. Les pido que imitemos esa bondad, imitemos aquello que reconocimos en él”.

“El padre Mario comienza a vivir aquello que celebró durante toda su vida. El padre Mario hoy goza de esa realidad que predicó con tanta fuerza día a día, con tanto amor y hoy día lo goza. A raíz del Alzheimer que tenía el padre Mario se le olvidaba todo, pero lo único que tenía claro en su corazón era que era sacerdote, que tenía que ir a ver enfermos, celebrar la Misa, atender a una persona. Se le olvidó todo menos que es sacerdote. Fue sacerdote día a día”.

La Municipalidad de Concón decretó duelo comunal por tres días a raíz del sensible fallecimiento del padre Mario Erazo. Esto, en virtud del profundo aporte que realizó a la comunidad conconina. El año 2004 había sido declarado ciudadano ilustre de Concón, nombrado por el honorable consejo municipal de la Ilustre Municipalidad de Concón en conjunto del alcalde de ese entonces don Oscar Sumonte Gonzalez, por la labor que el padre Mario ha realizado en la comuna a lo largo de los años. En la Misa estuvo presente el alcalde e integrantes del Concejo Municipal de Concón. El alcalde Freddy Ramírez señaló que “nunca es fácil despedir a alguien menos de la estatura del padre Mario”. Destacó su labor pastoral, evangelizadora y sobre todo como persona. Agradeció por el testimonio del padre Mario e indicó que siempre será parte de la historia de esta bella comuna.

Al finalizar la Misa de funeral el padre Mario fue sepultado en el Cementerio Parroquial de Concón.

Fuente: Comunicaciones de Valparaíso
Concón, 21-10-2021
   Galerías:
Ver Galería
Ver Galería