Al inicio de la celebración eucarística, el obispo saludó a las diversas autoridades y representantes de la sociedad civil presentes, agradeciendo su generosa entrega, sacrificios y los frutos de su trabajo en beneficio de la comunidad. También se dirigió al párroco de la comunidad, Juan Pablo Miranda y a los miembros del Instituto de Investigaciones Históricas José Miguel Carrera, mencionando a su presidenta Sra. Ana María Ried Undurraga.

Más adelante, en su homilía el obispo de Melipilla dio a conocer que en dicho templo parroquial “inauguramos y bendeciremos un osario con restos del patriota Don José Miguel Carrera Verdugo, en la conmemoración de los doscientos años de su trágica muerte. Lo hacemos en el contexto de los inicios del mes de la Patria, de nuestra República de Chile, que él junto a tantos otros nos legaron: los llamamos Padres de la Patria con todas sus diferencias que también las hubo en la Iglesia naciente”. Luego, el pastor destacó algunas características del héroe nacional, como su liderazgo, inteligencia y patriotismo: “líder enamorado profundamente del ideal de progreso y libertad para su Patria. Por eso, su nombre está indeleblemente ligado a nuestra primera Constitución, donde quedan definidos los derechos y deberes que corresponden a ciudadanos de una República libertaria y civilizada”, agregó.

Posteriormente, monseñor Contreras recordó que fue bajo el mando de José Miguel Carrera, que nació la iniciativa de la creación del Instituto Nacional, recordando las palabras de Fray Camilo Henríquez: “un Instituto capaz de dar a la Patria ciudadanos que la defiendan, la dirijan, la hagan florecer y le den honor”, complementando que el admirado Liceo Nº 1 de Niñas, lleva el nombre de su hermana Javiera Carrera, añadiendo que “hoy existen arremetidas ideológicas, antipatriotas, contrarias a la familia, que pretenden quitar el derecho de los padres a la educación de sus hijos, y que pretenden refundar nuestra Patria que debemos a nuestros antepasados. La República de Chile no necesita ser “refundada”.

Luego, el obispo llamó a reconocer a los constructores de la República de Chile, invitando a los cristianos católicos a no quedarse al margen de la historia, recordando que el “Hijo de Dios se encarnó en el seno virginal de María Santísima”, marcando en la historia un antes y un después. Es por eso que, en el contexto del mes de la Patria, el obispo pidió orar por las autoridades, expresando que todos en mayor o menor grado, “somos o tenemos autoridad”. En ese sentido recalcó que la doctrina de la Iglesia enseña que “toda autoridad proviene de Dios”, pidiendo entender bien dicha afirmación, porque “si efectivamente toda autoridad proviene de Dios, eso no significa que la ejerzamos siempre al modo de Dios, es decir, promoviendo la vida; haciendo que la vida engendrada nazca, crezca, se desarrolle desde el lugar más seguro que tiene un ser inocente e indefenso, es decir, desde le vientre de su madre”. A juicio del obispo, en la imagen del Buen Pastor, se muestra y enseña cómo debe ejercerse la autoridad al modo de Dios. Por ello lamentó el creciente desprestigio de la autoridad, así como la lenta pero gradual renuncia de la autoridad a ser tal.

Por eso, al parecer del obispo, el texto del Buen Samaritano “es elocuente para invitarnos a ser esos buenos pastores y autoridades que Dios quiere” agregando que el hombre herido en el camino no sólo sufre la delincuencia, sino que también la indiferencia de quienes pasan de largo ante el dolor: “Esos heridos del camino son también en nuestro Chile los migrantes que han llegado a nuestra Patria a buscar nuevos horizontes para tener una vida digna, huyendo de regímenes totalitarios. Son las víctimas de la violencia, son las mujeres maltratadas, humilladas y explotadas por estructuras de iniquidad. Los creyentes estamos llamados a ser buenos samaritanos con ellos y todos los heridos en el camino de la vida. Los de ayer y los de hoy”.

Más adelante, el pastor de la Iglesia en Melipilla señaló que “orar por la Patria es poner a Dios en el centro de nuestros esfuerzos y proyectos personales y sociales. Él es el Señor de la historia”, recordando que como decía el Papa San Pablo VI: “cuando el hombre construye un mundo sin Dios, ese mundo terminará por revertirse contra el hombre”, expresando que la Iglesia como madre y maestra, es también una gran pedagoga con sus hijos, con las autoridades y con todos los hombres de buena voluntad. “En esta tarea están también los cristianos de otras denominaciones, la comunidad judía en Chile, y otras entidades humanistas”.

Finalmente, monseñor Contreras Villarroel manifestó que la historia y la Iglesia nos han enseñado que los pueblos, como Chile, tienen alma y no son “sólo un conjunto de personas, instituciones y organizaciones que se reconocen en un determinado territorio bajo una misma bandera”, recordando que Cardenal Raúl Silva Henríquez, a quien también señaló como un padre de la Patria, se refería asiduamente al concepto del “alma de Chile”. La Patria, citando al Cardenal Raúl, “ha de leer constantemente su itinerario histórico en sus actas de fundación. (…) La Patria no se inventa ni trasplanta porque es fundamentalmente alma; alma colectiva de un pueblo, consenso y comunión de espíritus que no se puede violentar no torcer, ni tampoco crear por voluntad de unos pocos”.

Por lo mismo, señaló don Cristián: “Esperemos que los legados de los auténticos padres de la Patria, con todas sus diferencias, que fundaron la única República de Chile, los de ayer y del reciente pasado, sean fuente de inspiración para el Chile que queremos”, concluyó el mensaje del obispo, encomendado estos deseos a la Madre de Chile “Nuestra Señora del Carmen”.

Fuente: Comunicaciones Melipilla
Melipilla, 07-09-2021