El texto junto con constatar que en estos días niños, adolescentes y jóvenes se incorporan a las clases de manera presencial o por vías remotas, en medio de una situación nacional y mundial que sigue afectada por la pandemia del COVID-19, manifiesta que "tenemos como desafío, entonces, acoger, contener y acompañar en medio del dolor y la incertidumbre, desde la esperanza evangélica".

Además, expresa que desde la educación católica "estamos invitados a vivir la encarnación y, de ese modo, reconocer en el rostro de los estudiantes y sus familias la presencia de Dios en medio de su pueblo, descubriendo cómo se hace presente el Dios de la vida, como historia de salvación".

"Tenemos como tarea transformar la realidad, sin olvidar lo trascendental del proceso que hemos vivido como país, marcado por la participación social y política", añade el mensaje, animando a los miembros de las comunidades a participar con responsabilidad y vocación ciudadana, tanto a quienes redactarán la nueva Constitución, como a los nuevos gobiernos locales.

"Dejémonos guiar por el Espíritu, incitando el diálogo y soñando con un Chile más justo, inclusivo y solidario, que permita el desarrollo humano integral en el irrestricto respeto a la vida y dignidad de toda persona", es una de los llamados del mensaje que recuerda la vocación a vivir la comunión y la fraternidad, el encuentro entre todas las culturas, las iglesias y las naciones "además del servicio samaritano a quienes son diferentes, excluidos y vulnerables, de modo particular, en este tiempo de Cuaresma, que nos invita a ser solidarios con nuestros hermanos migrantes".

El texto que llama a los educadores a poner al servicio sus dones para desplegar todas las potencialidades de los estudiantes, es firmado por el Presidente del Área de Educación de la CECh, el obispo de Temuco Héctor Vargas, quien finaliza solicitando la bendición de Jesús Maestro para el año escolar 2021.

Fuente: Área Educación CECh
CECh, 04-03-2021