El espacio, al cual también asistió el alcalde de Osorno Jaime Bertín, se inició con la oración, donde la hermana Marta Cecilia Ibáñez, religiosa de las Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia, dijo que es el espíritu del Señor el que anima, fortalece e impulsa a sus hijos e hijas, especialmente en este tiempo de pandemia que vive el mundo y nuestro país. Invitó a la asamblea a hacer oración meditada a través del canto que “nos mueve a descubrir lo que tenemos a nuestro alrededor y sabemos que todo sufrimiento, desde el Espíritu de Dios, es redimido”.

Inmediatamente después el Obispo Jorge Concha Cayuqueo saludó a los hermanos y hermanas presentes, y señaló que en este tiempo de pandemia “hemos descubierto que esta, que es obra humana, nos permite encontrarnos a la distancia, como nunca lo habíamos practicado. Hoy también nos permite encontrarnos como hermanos, como amigos y también como hijos ante Dios”.

También invitó a que aprovechemos este tiempo en el que “el padre Alex nos va a acompañar, nos va a ayudar a renovar también la presencia del Señor en nuestras vidas, que siempre nos sostiene, que se mantiene siempre fiel, somos nosotros los que nos apartamos muchas veces, pero Él siempre nos está esperando, nos está animando y renovando la vida y la esperanza en nosotros. A si es que; qué mejor regalo en este tiempo en el que todos hemos sido golpeados de una u otra manera; personal, familiar y comunitariamente”.

Luego presentó al expositor, y señaló que es un sacerdote de una amplia trayectoria de servicio a la Iglesia “ha trabajado en comunidades, es animador de comunidades en el ámbito de la enseñanza y también del arte. Es un hermano a quien el Espíritu lo ha animado, y su riqueza la comparte con sus hermanos. Nosotros nos beneficiamos en esta tarde de su reflexión y él lo hace como un servicio”.

En la ocasión el padre Alex Vigueras hizo una lectura comentada del texto que tituló: “Rut, rostro de fidelidad de Dios”, y señaló que a manera de introducción “este tiempo de pandemia ha sido un tiempo especial, desconcertante, novedoso, dramático, cuestionador, inspirador, nos ha hecho salir de la zona de confort para preguntarnos de manera muy profunda por nuestra fe y nuestra manera de vivir”.

También invitó a la asamblea a meditar a partir del libro de Rut porque “la historia que ahí se nos narra puede iluminar este tiempo, para intentar descubrir un sentido, para fortalecer nuestra esperanza. Esta presentación pretende suscitar una reflexión, hacer que broten preguntas, conexiones con lo que cada uno está viviendo, podemos llamarlo también: resonancia, cómo lo que vamos a meditar sobre Rut, resuena en mi vida, en nuestra vida”.

Una vez realizada la presentación reflexiva del texto, que puso a los presentes delante de la historia de Noemí frente a la realidad familiar, social y económica de aquel tiempo, el sacerdote instó a la asamblea al trabajo en grupo para compartir y profundizar algunas preguntas en torno a las resonancias del texto en cada uno y cada una, los dolores y alegrías de este tiempo de pandemia, las esperanzas que se tienen y qué es lo que Dios invita a esperar.

Finalmente, los grupos compartieron sus respuestas en el momento del plenario, donde además la asamblea expresó la alegría del encuentro de todos y todas, y la necesidad de participar de estos espacios que animan la fraternidad y la espiritualidad de los fieles.

Fuente: Comunicaciones Osorno
Osorno, 29-11-2020