El vicario de la Esperanza Joven, padre Cristián Roncagliolo, dio la bienvenida a este nuevo proceso, ocasión en que señaló que el tema de ambientes sanos y de la prevención de abusos, busca generar una nueva cultura de esperanza: “Hemos llegado a la iglesia, porque nos cautiva la vida comunitaria, porque nos cautiva el espacio de encuentro, las amistades, el vínculo con los sacerdotes y con las religiosas, la vida pastoral, es decir nos cautiva una comunidad y nos cautiva porque está el Señor”.

A lo anterior, el vicario añadió que al generar una cultura de ambientes sanos, no se debe partir del problema, sino que desde las propuestas: “Por eso es una tarea de todos nosotros y no es reactiva, sino propositiva y muy teológica. Los ambientes sanos expresan la diferencia, porque la riqueza de la conciencia de cada uno emerge y se visibiliza. En el mundo de los jóvenes mostremos al mundo que la iglesia es tan o más atractiva de lo que hoy la vivimos y que eso, es una tarea de todos”, animó.

Andrea Idalsoaga, Delegada para la Verdad y Paz, también agradeció a Dios y a cada uno de los participantes por este proceso de formación: “Es un desafío nuevo, es una nueva aventura para que nos vayamos encontrando cada vez más en un encuentro profundo con el Señor y renovando esta Iglesia por medio del amor. Las primeras comunidades cristianas eran reconocidas por el amor que se tenía cada uno de sus integrantes. Eso era un testimonio que transformaba y convertía a los primeros cristianos, no era la doctrina, no era el catecismo, sino que era el amor que se percibía.

Por último, invitó a los participantes a lograr que sus comunidades cristianas sean lugares seguros, “donde puedan llegar niños y jóvenes que están pasando graves necesidades en sus hogares y en sus familias”.

La voz de los formadores
Para Carmen Pirela de la parroquia San Patricio en Las Condes, es muy importante lograr un mayor conocimiento de cómo crear y promover ambientes sanos para todos los integrantes de sus comunidades: “Soy catequista y necesito saber cómo comunicarme, cómo darme entender de buena forma, donde el otro se sienta comprendido y acompañado. Eso habla mucho del valor de ser cristiano. Tengo muchas expectativas, la VEJ preparó muy bien esta formación y será una gran ayuda poder tomar estas herramientas, poder implementarlas y ser una viva imagen de lo que es el amor de Dios”, dijo.

Hans Francovish es Animador de Confirmación en la parroquia San Luis Beltrán y parte del Equipo de Servicio de la zona Oeste. Para este joven, lo principal de esta formación tiene que ver con dos aspectos: “Yo hace tiempo que estaba buscando este tipo de formación y además que haya sido gratuita es genial. Me ayuda mucho a seguir creciendo y a seguir formando a otros jóvenes a futuro, sobre todo, en este tiempo de pandemia”.

Revisa el contenido de los 10 módulos aquí: http://www.vej.cl/detalle.php?id=41079

Fuente: Comunicaciones Santiago
Santiago, 03-09-2020