Internos de cárcel de Molina solidarizan con almuerzo fraterno pelando papas

Internos de cárcel de Molina solidarizan con almuerzo fraterno pelando papas

Un gesto tan simple pero de profundo significado en tiempos en que ollas comunes y comedores son un grano de esperanza para tantas personas que pasan dificultades.

 
Miércoles 19 de Agosto de 2020
Ver Galería
“Para los que pertenecemos al rancho del CCP de Molina ha sido un agrado participar de toda esta ayuda para la parroquia. Es darles una mano con el tema de los alimentos porque sabemos que son muchos los almuerzos que se están entregando todos los días, por eso hemos estado dispuestos a pelar papas, cebollas y zapallos”, reconoce Alfons Paredes quien ya lleva 2 años privado de libertad.

En el mes de mayo comenzó a funcionar el comedor solidario en la parroquia Nuestra Señora del Tránsito de Molina. En la primera semana se entregaban cerca de 300 raciones, pero en la actualidad esa cifra sobrepasa las 750.

La ruta de la papa
El área técnica de la unidad penal tomó conocimiento de esta acción solidaria y se contactó al párroco, padre Mauricio Jacques, para concretar algún tipo de ayuda. “En primer término pusimos una cuota como funcionarios y compramos alimentos no perecibles. Pero hablando con el P. Mauricio nos explicó que se hacía complicado para ellos el tema de preparación de todos los alimentos, eran personas mayores y por ahí podía haber un foco de contagio”, comentó el capitán Néstor González, alcaide de la cárcel de Molina.

“Conscientes de eso y teniendo la mano de obra hablamos con la población, y ellos accedieron de inmediato. Incluso nunca imaginaron que estando en el interior podían solidarizar con la gente de afuera. Siempre se dice que es al revés, pero aquí ha sido lo contrario. Varios internos tienen familias que están pasando muchos problemas económicos o de trabajo, así que están felices brindando esta ayuda”, añadió el capitán González.

Dos o tres veces por semana cerca de cinco internos pelan alrededor de 14 sacos de papas, labor que se cumple en unas 4 horas. “También se suman otras personas externas del rancho que nos colaboran, eso les ayuda como buena conducta. Es harta la pega que tenemos en la cocina pero igual nos hacemos un espacio para pelar las papas. Sabemos que la gente en la calle lo está pasando muy mal en estos momentos, y brindar una ayuda desde acá me parece genial”, aseveró Alfons Paredes.

La reinserción social es posible
José Gómez, también interno del recinto penal, valoró esta obra: “Es algo muy bueno, queda el desafío de seguir por más tiempo. Estamos dispuestos a colaborar con lo que sea ya que en la calle está complicada la situación por todo esto de la pandemia, la gente no tiene qué comer en sus casas. Y esto es una buena obra, me siento orgulloso de lo que estamos haciendo, yo nunca había hecho algo así. Aquí dentro nada me falta, en cambio la gente de afuera está sufriendo”.

Al tanto de lo ocurrido en Molina, el Director Regional de Gendarmería, Coronel José Luis Meza Guajardo, expresó: “Valoro el espíritu solidario que caracteriza a las personas privadas de libertad, quienes siempre están participando de este tipo de iniciativas, contando para ello con el apoyo permanente de nuestros funcionarios de Gendarmería. Con hechos concretos como este, la ayuda en la olla común de Molina, demostramos que la reinserción social es posible”.

Pequeños grandes gestos
Otra arista de la fraternidad con los que más padecen hambre es que tanto funcionarios e internos donan parte de su ración de pan y fruta entregándola al comedor parroquial.

“Esto surgió por parte de ellos y tras conversaciones. Uno de los tres panes que reciben diariamente se destina a la olla común de la iglesia de Molina. Esto se repite tres veces por semana”, aclara Néstor González.

El alcaide concluye: “Es gratificante poder ayudar. En Talca yo participaba bastante con el hermano Guido Goossens, y buscando la forma de cómo ayudar dimos en el clavo con esta acción solidaria. La mano de obra y la voluntad de ayudar están presentes. Nos sentimos muy bien como unidad y población penal también. Es un gesto mínimo pero a la vez grande”.

Fuente: Comunicaciones Talca
Molina, 19-08-2020