Pbro. Renzo Ramelli: el desafío de renovar la Iglesia

Pbro. Renzo Ramelli: el desafío de renovar la Iglesia

El proceso de discernimiento a que ha convocado la iglesia en Chile, está siendo planificada desde la Conferencia Episcopal (CECH), en cuyo contexto, el padre Renzo Ramelli, secretario adjunto para la Pastoral, animó, este sábado 19 de octubre, la XIII Asamblea Eclesial Diocesana de Concepción.

 
Sábado 19 de Octubre de 2019
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Destacó que el desafío de renovar la Iglesia con un nuevo espíritu y llamó a todo el Pueblo de Dios, en el país, a vivir este proceso fundamental para los cambios que se esperan.

"Lo que estamos viviendo en la Iglesia, en Chile, es como un terremoto, una gran crisis, pero yo no lo veo tan negativamente, porque para mí es un tiempo de mucha renovación. Es decir, el Espíritu Santo está soplando con fuerza y está en el clamor y reclamos de muchas personas y comunidades. El Espíritu Santo está presente e el dolor de las personas que han sufrido y han sido víctimas de abusos. El Espíritu Santo está gritando. Claro, nos incomoda y cuestiona y os destroza, pero ese espíritu nos está haciendo mucho ruido y lo queremos escuchar”, comentó.

Agregó que “nosotros, como Iglesia, no queremos que pase luego esta crisis, para seguir haciendo lo que hacíamos antes. Eso sería nefasto. Nosotros queremos salir renovados de este tiempo, tener una nueva forma de hacer iglesia, donde en verdad se cuide, se respete, se valore a cada persona, en su individualidad, porque es lo más teológico. En cada persona está Dios y la queremos cuidar y podemos apostar por cada persona y porque cada persona vale, queremos tener relaciones en que todos podamos sentirnos parte, y podamos vincularnos también con lo que está pasando en el país, lo que está pasando, aquí, en la arquidiócesis. Dios nos está hablando y, quizás, por fidelidad, a este evangelio, y por fidelidad a este espíritu, dejarnos llevar por él. Él está transformando nuestra iglesia, está transformando nuestros corazones, está transformando nuestra sociedad. Hay cosas que nos complican, hay cosas que nos hacen ruido, lo que está pasando hoy en Santiago, pero quizás podamos condenar o quizás ir más al fondo y pensar ¿qué nos estará diciendo Dios con esto, con lo que está sucediendo?

Un proceso permanente

Yo creo que ojalá que el discernimiento venga para instalarse. Es una manera para que todos podamos vivir nuestra fe cristiana. Discernir, quizás decirlo en otras palabras, como decía el Padre Hurtado, en su tiempo, que haría Jesús en mi lugar. Esa pregunta, quizás la hemos escuchado muchas veces, tenemos que hacernos cargo de ella, para asumir mi adultez, porque a veces somos cabros chicos, quizás, papá ¿podemos hacer esto? Y pedimos a otros, al curita, pedimos permiso que sea el encargado de la capilla, como que el otro decida por mí.

No. Queremos ser una comunidad adulta, una persona adulta. Eso es como sentir el espíritu santo por mí y con adultez, yo, pararme frente a la vida, desde mi fe, pararme y sentir lo que Dios me dice. Me ha pasado, muchas veces, que la gente me pide consejos, para que yo resuelva su problema y si les va mal, me echan la culpa.

Tiempos de proceso

El primer tiempo, que no es definido, queremos que el discernimiento sea la clave en la renovación de nuestra iglesia y que es se quede para siempre, que nunca dejemos de discernir y que cada vez el discernimiento sea más profundo, mas evangélico, mas radical y esperamos que tanto personal, comunitaria y diocesanamente, se quede.

Lo que estamos haciendo ahora es que tenemos tres grandes temas que discernir. En primer lugar, las relaciones humanas. A veces, nuestras relaciones invisivilizan a algunas personas, son medias asimétricas. Cómo podemos mejorar nuestras relaciones y sean, de verdad, maduras, dignas y libres. Segundo tema, en lo que está pasando en Chile, en la arquidiócesis, en torno a la capilla ¿qué nos estará diciendo Dios? ¿Qué tenemos que cambiar, nuestras actitudes? ¿La catequesis que tal vez no signifique nada, quizás que la liturgia no signifique nada, en estos tiempos? ¿Qué nuestras obras sociales no signifiquen nada? Tenemos que replantearnos cosas. Lo tercero, es que queremos mejorar nuestras estructuras. Tal vez nuestras estructuras son muy anquilosadas, son pesadas, son poco participativas, generan poca libertad. Tenemos que revisarlas con mucha libertad. Cada comunidad y ojalá todas las comunidades lo puedan hacer. Cualquier comunidad puede participar a través de la página web www.discernimiento.cl. Queremos que todos participen hasta Pentecostés del próximo año (2020), en que vamos recoger todo los que participaron y podamos empezar a sacar conclusiones tanto para la diócesis y después, en octubre 2021, tendremos un gran evento nacional, para descubrir todo lo que pasó en este tiempo lo que Dios nos está pidiendo.

Objetivo: iglesia renovada

Planteó que el desafío de este proceso es lograr una iglesia renovada, una iglesia más parecía a Jesús, más sencilla, más humana.

Fuente: Comunicaciones Concepción
Concepción, 19-10-2019