Virgen de Fátima revitaliza la fe de la Iglesia de Rancagua

Virgen de Fátima revitaliza la fe de la Iglesia de Rancagua

Globos blancos, pañuelos, esquinazos, cantos y diversas manifestaciones de devoción se han visto en el peregrinar de la imagen de la Virgen de Fátima en la Diócesis de Rancagua.

 
Viernes 04 de Octubre de 2019
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Una Catedral repleta de fieles recibió con emoción, alegría y fe a la Imagen de la Virgen de Fátima, que llegó al templo luego de peregrinar por diversas comunas de la región, donde fue recibida con globos blancos y amarillos, pañuelos, esquinazos, aplausos y diversas manifestaciones de amor a María.

Estaban presentes también sacerdotes, diáconos y religiosas, para participar en la eucaristía que presidió el obispo Fernando Ramos. Luego de ello, una fila de devotos se acercó a la imagen para presentar sus preocupaciones y rogar su favor.

Misma escena se repitió en la misa de 12 del viernes 4. Respecto de este multitudinaria recepción, el teólogo Juan Pablo Espinoza señala que es muy llamativo que las comunidades que han recibido a la Virgen se han llenado de fieles.”Me correspondió cantar la Misa de hoy en la Catedral de Rancagua. Nunca había visto tanta gente congregada en la Misa de mediodía un día de semana. Comenté con varios amigos y familiares que la fe de estas personas es lo que mantiene la vitalidad de la Iglesia. Recuerdo que San Pablo a lo largo de sus cartas indica que la Iglesia es una comunidad carismática, una familia dinamizada por el Espíritu de Jesús, un Templo consagrado a Dios, un cuerpo llamado a la vida nueva de la gracia. María es la mujer que congrega a los hijos del Hijo. María nos recuerda cuál es el sentido del sentido: al final mi inmaculado corazón triunfará. Ese corazón puro y totalmente consagrado lo es en razón de que Jesucristo, el Hijo de Dios e Hijo de la humanidad gracias a la humanidad de María es el todo Santo, el todo bondad, el todo Sentido. Mirar a María es mirar al Hijo de Dios”, señala Juan Pablo Espinosa.

Esta revitalización a su juicio implica el desafío de cambiar nuestra forma de hacer Iglesia. “Si luego de su visita continuamos viviendo como si ella (...) toda la visita habrá perdido el sentido. Vivir la fe tampoco puede pasar por una actitud supersticiosa de creer que es la imagen física – o su réplica – la que salva. No. Es Dios a través de María el que nos concede la gracia. La imagen sigue siendo una mediación, un medio para llegar a encontrarnos con Dios. Eso también exige comprender cómo el acontecimiento de Fátima responde a las grandes preguntas por el sentido de lo humano, de las prácticas cotidianas, de las búsquedas permanentes para iluminar la vida”, enfatiza el teólogo.

Fuente: Comunicaciones Rancagua
Rancagua, 04-10-2019