Durante la mañana del 19 de agosto fueron llegando sacerdotes, laicos, religiosas, y obispos provenientes desde distintos puntos del país, a la Casa de Retiros San Francisco Javier. Al mediodía la Jornada comenzó con la Eucaristía, en el que se proclamó el texto de Lucas que sería la inspiración del encuentro: Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que la alejara un poco de la orilla, a la parte honda de lago para echar las redes.

El primer día estuvo dedicado a revisar el caminar de las Iglesias locales, pasando de un momento personal a grupal dónde poder revisar lo que anima y golpea la esperanza en las respectivas diócesis. En un ambiente de diálogo fueron apareciendo los dolores y alegrías, las experiencias vividas y cómo estos acontecimientos se han ido abordando en cada lugar. La tarde concluiría con una conversación animada por el joven German Villarroel, quien a través de diversas preguntas motivó a los participantes a revisar la realidad de la Iglesia y el país.

En tanto, la segunda jornada estuvo destinada a revisar el caminar del proceso de discernimiento que se ha desarrollado desde el año pasado en diversas diócesis y ver las valoraciones y maneras de sincronizar las experiencias locales con el proceso nacional “Pueblo de Dios, camino de esperanza” que se ha ido construyendo en conjunto. La dinámica grupal de este día estuvo marcada por el encuentro de los representantes de las provincias eclesiásticas que reúnen a las diócesis más cercanas. Junto con este espacio, donde fueron surgiendo diversos desafíos para el proceso nacional, se revisaron los fundamentos bíblico teológicos del proceso de discernimiento.

Finalmente, el miércoles 21 de julio estuvo dedicado a revisar la propuesta programática del proceso, con el fin de poder llevar a cabo los discernimientos de las comunidades de base, diocesanas y nacionales durante lo que resta del 2019 y el año 2020.

“El Espíritu Santo está soplado en nuestra Iglesia y ha gritado en tanto sufrimiento de nuestros hermanos en diversas comunidades del país. Pero este sufrimiento no puede ser en vano, sino que nos debe llenar de energía para ir renovando nuestra Iglesia, desde cada comunidad y rincón de nuestro país”, expresó Renzo Ramelli, Secretario General Adjunto para la Pastoral de la CECh.

La Hermana Inmaculada Quijano proveniente de Vallenar señaló: “Desde la Vicaría Pastoral de Copiapó queremos invitarles a todos a que nos podamos juntar y unir para ir creando una cultura del discernimiento, de saber que quiere Dios de nosotros en este momento histórico de nuestra Iglesia, porque queremos que la Iglesia sea Pueblo de Dios que anime nuestra esperanza”.

Maritza Castillo, que participó desde la Secretaría General para la Pastoral de Valdivia, señaló que en la diócesis estaban desarrollando desde antes un proceso similar, pero manifestó que esta propuesta le parece “muy interesante, muy clara y nos permite llegar a una mayor profundidad. Estamos convencidos que necesitamos una nueva forma de ser Iglesia, queremos sumarnos y haremos el esfuerzo por incorporarnos a este proceso nacional. Por eso queremos animar a nuestra diócesis a sumarse, animarse y ver en él una posibilidad de cambio para nuestra Iglesia, la esperanza de llegar a ser la Iglesia que soñamos”.

En tanto, para el Vicario para la Pastoral de Santiago, p. Héctor Gallardo “estamos invitados a nacer de nuevo, a construir y ser Iglesia que nace del corazón abierto de Jesucristo y que se deja llevar por el Espíritu”.

Conoce y participa en comunidad del proceso "Pueblo De Dios, camino de esperanza" en www.discernimiento.cl

Fuente: Comunicaciones CECh
CECh, 26-08-2019