Iván Francisco Gatica Larenas nuevo presbítero para la Iglesia

Iván Francisco Gatica Larenas nuevo presbítero para la Iglesia

En el Templo Catedral de la ciudad de Los Ángeles se efectuó la misa de consagración del Neo presbítero la tarde del miércoles 14 de agosto.

 
Viernes 16 de Agosto de 2019
Ver Galería
En la víspera de la Solemnidad de la Asunción de la Virgen al cielo, en la Catedral de la diócesis Santa María de Los Ángeles, por manos de Monseñor Felipe Bacarreza, se confirió la ordenación presbiteral a Iván Francisco Gatica Larenas, en una eucaristía donde se encontraba presente el clero diocesano, familiares, amigos, seminaristas de nuestra diócesis y de la arquidiócesis de Concepción, como también la presencia de las Parroquias de Nuestra Señora de Fátima; donde estuvo realizando su apostolado como diácono y de San Juan Bautista; de donde es originario, más cientos de laicos de la Iglesia diocesana que llegaron a festejar esta consagración ministerial.

"Nos llena de alegría comenzar a celebrar desde la víspera la gran solemnidad de la Asunción de la Virgen María al cielo. Y más aún si lo hacemos con la Ordenación presbiteral de nuestro querido hermanos Iván Francisco... agradecemos a él que nos de hoy este motivo de alegría y felicidad", de esta manera el obispo Bacarreza iniciaba su homilía.

Dirigiéndose a Iván le recordó que “El presbítero está llamado a la misma misión que Jesús. El presbítero está llamado a ser un pastor. Para describir su misión Jesús usó esa metáfora, la del pastor. Dijo: «Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. El asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa… Yo doy la vida por las oveja… Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia» (Jn 10,11-12.10)”.

El pastor diocesano también le afirmó, al ahora padre Iván, que “Lo que se pide a un presbítero no es el éxito, sino la fecundidad, el fruto. «Los he destinado para que vayan y den fruto y ese fruto permanezca». Jesús está hablando de un fruto eterno: que permanezca. «La gloria de mi Padre está en que ustedes den mucho fruto»”, por eso lo llamó a entregarse por completo al servicio de las comunidad a donde la Iglesia lo destine.

El sacerdote agradeció a cuantos le acompañaron en todo el proceso de formación, y particularmente a su familia. Pidió a los presentes le acompañen en el recorrido de su vida ahora como presbítero, para que juntos vivan la fe en Cristo.

Fuente: ComunicacionesLos Ángeles
Los Angeles, 16-08-2019