“¿En qué estamos como Iglesia diocesana?”, fue una de las preguntas abordadas en el primer CPD de este año, que partió desde las 09:00 horas con un desayuno de bienvenida y posteriormente con una oración, para encomendar a Dios el trabajo y servicio de la Diócesis de Talca.

El padre Cristian Avendaño Becerra, Vicario de Pastoral, fue el encargado de la presentación, donde se dio a conocer el trabajo realizado desde septiembre del año pasado hasta ahora, y cómo este se vincula al proceso de discernimiento al cual se han comprometido las parroquias desde el 06 de abril.

“Queremos tener una verdadera representación de todas las instancias pastorales de nuestra diócesis. En el Consejo Pastoral Diocesano Extraordinario convocado el año pasado por el p. Galo, se realizó la pregunta ¿cuáles son las inquietudes y preocupaciones de este tiempo que estamos viviendo?, entonces allí nos dimos cuenta quienes estaban participando en sí y qué espacios nos faltan. Qué personas se nos han perdido y qué personas tienen que renovar, ya sean agentes pastorales de parroquias, colegios o movimientos, entre otros”, aseguró el Vicario.

A partir de esto, el trabajo de escucha con las diferentes instancias fue crucial, dando paso a una nueva forma de compromiso con el servicio realizado, ya que se construye desde una mirada más cercana y no tan general, como se hacía antiguamente, así lo indicó el padre Cristian Avendaño.

Una vez finalizada la presentación, se invitó a un trabajo grupal para conversar en base a tres preguntas; ¿Cómo seguir acompañando el proceso de discernimiento iniciado el 06 de abril?, ¿Cuál es el trabajo que los colegios deberían hacer? Y, en el caso de los ministros y diáconos ¿hacen el miso proceso o distinto? Luego de esto, el grupo escribió en una cartulina su conclusión de la primera pregunta, acompañado por un texto bíblico que hiciera referencia, para así compartirlo con los otros grupos en un plenario que se realizó posteriormente.

Al estilo de Jesús

El Administrador Apostólico de la diócesis, padre Galo Fernández Villaseca, quien estuvo presente durante todo el encuentro, compartió sus apreciaciones una vez que escuchó a todos los grupos: “Estoy muy contento particularmente del ambiente fraterno y de diálogo que hemos vivido, me gustó como los grupos se entusiasmaron haciendo el trabajo (…) yo creo que nos hace mucho bien, yo creo que es parte de la renovación que vamos viviendo, es parte de vivir al estilo de Jesús”.

De igual forma, aseveró que esto da un nuevo aire que era necesario para la Iglesia, para no seguir entregando los mismos planes pastorales año tras año que no servían mucho. “El tiempo que hemos vivido exige un cambio sustancial, es verdad que en la práctica las cosas siguen pareciendo las mismas. Nadie está llamando a que hay que suprimir las tradiciones, el ritmo de la vida, pero en ese ritmo hay algo que debe cambiar muy profundamente”.

El obispo finalizó agradeciendo la participación y el compromiso de cada uno de los presentes al servicio de la Iglesia y de sus hermanos, y de seguir compartiendo la Palabra del Señor en acciones que valen oro.

Ya casi al término del encuentro, se invitó a todos los agentes pastorales a disfrutar de unas ricas empanas, propiciando un momento de compartir fraterno, que culminó con la tradicional foto grupal.

Fuente: Comunicaciones Talca
Curicó, 13-05-2019