La celebración del triduo pascual comenzó con la misa del Jueves Santo, en que se conmemora la última cena del Señor y la institución de la Eucaristía y el sacerdocio, y además se repite el gesto del lavado de los pies, tal como lo hizo Jesús con sus discípulos. Este año, en la Catedral de Puerto Montt, la Santa Misa fue presidida por Monseñor Virginio Bressanelli, Obispo Emérito de Neuquén.

En la mañana del Viernes Santo se realizó la tradicional peregrinación hasta el Monte Calvario de Puerto Varas, organizada por la Pastoral Juvenil Arquidiocesana y a la que asisten personas de todas las edades, recorriendo cerca de 20 kilómetros desde Puerto Montt. También llegan hasta el Calvario, peregrinos procedentes de Llanquihue, Nueva Braunau y de otras localidades cercanas a participar de este Vía Crucis que ya es una tradición en la Arquidiócesis. En Puerto Varas, cerca de las 13:00 horas se realizó el acto de clausura con una liturgia de la Palabra, que en esta oportunidad fue presidida por el Administrador Apostólico P. Ricardo Morales Galindo, quién agradeció a todos los presentes por su entusiasmo y participación. Además recordó lo importante que es pedir siempre al Señor que nos ayude a llevar nuestras cruces cotidianas, con fe y esperanza.

A las 5 de la tarde, continuando con otra larga tradición de Viernes Santo, se realizó el Vía Crucis en la isla Tenglo, ubicada frente a la costa de Puerto Montt, separada por el canal del mismo nombre. Hasta allí llegaron los Guardias Papales y un grupo de fieles que, encabezados por el P. Ricardo Morales, meditaron cada una de las estaciones hasta llegar a los pies de la cruz monumental de Tenglo que es visible desde toda la ciudad.

La Vigilia Pascual de Sábado Santo, también fue presidida por Monseñor Bressanelli, quién realizó la solemne bendición del fuego nuevo en la puerta de la Catedral y luego celebró la Santa Misa de Pascua en el templo metropolitano.

Fuente: Comunicaciones Puerto Montt
Puerto Montt, 22-04-2019