Eucaristía y lavado de pies antídotos para la soledad y el individualismo

Eucaristía y lavado de pies antídotos para la soledad y el individualismo

“La institución de la eucaristía y el misterio que Jesús lava los pies a sus discípulos, son dos grandes antídotos para la soledad y el individualismo”, planteó monseñor Fernando Chomali, en su homilía de la celebración de la Cena del Señor, este jueves, en la catedral.

 
Viernes 19 de Abril de 2019
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Reflexionó respecto a que la “soledad es una enfermedad que acecha especialmente al siglo XXI, donde trabajamos mucho, pero experimentamos una falta de compañía. En Chile, la segunda causa de muerte de los jóvenes es el suicidio”.

En tal sentido, agregó que el Señor “se queda con nosotros en la Última Cena. No es una imagen. No es una representación. Es el cuerpo de y la sangre de Cristo. Por eso, Él dice que quien cree en Él, aunque muera vivirá y todo el que cree en Él vivirá para siempre. La verdad es que no hay mejor compañía que la de Jesús. Él nos habla a través de la palabra, nos consuela; Jesús nos escucha porque está presente en el tabernáculo, que lamentablemente muchas veces está tan vacío. Jesús nos da esperanza, porque Él es la esperanza; nos da fe y nos lleva a vivir la experiencia del amor”, expuso.

En relación al individualismo, señaló que “todos tendemos a pensar en nosotros mismos, a olvidarnos de los demás y los modelos que nos presenta el mundo también van por esa línea. El Señor es absolutamente todo lo contrario. Él se da siendo Dios, se anonada, se hace nada, no hace alarde de su condición de hijo de Dios, para participar en plenitud en nuestra humanidad, todo menos en el pecado. Se hace esclavo de todos. Jesús hace un trabajo que estaba reservado a los esclavos. Ese trabajo en su tiempo era muy humillante y Él lo hace, se humilla por nosotros” (lavado de pies).

Recalcó, por último, que “esta semana santa, que es tan significativa, Dios quiera que la vivamos intensamente para comprender el amor que Dios nos tiene a cada uno de nosotros y podamos descubrir la belleza que hay en el servicio y podamos ver a belleza que hay en esta compañía hasta el fin de los tiempos, que es Jesucristo, nuestro amor”.

Este año, Monseñor lavó los pies a 12 migrantes, incluyendo mujeres, para dar testimonio de Jesús.

La celebración culminó con el traslado del Santísimo Sacramento, en procesión, hasta un altar lateral del templo, para quedar expuesto a los numerosos fieles que asistieron a la celebración.

Fuente: Comunicaciones Concepción
Concepción, 19-04-2019