“Reavivemos en cada uno y en los demás el deseo de la santidad”

“Reavivemos en cada uno y en los demás el deseo de la santidad”

Señala Monseñor Juan Ignacio González en la Carta de inicio del Año Pastoral 2019 en la Diócesis de San Bernardo.

 
Jueves 21 de Marzo de 2019
La misiva dirigida a sacerdotes, religiosos y religiosas, laicos, hombres y mujeres, entre su puntos señala que “Durante este año la Comisión Diocesana de Prevención de Abusos, conforme a un plan ya diseñado, seguirá con su tarea de trabajar en todos los ámbitos pastorales formando a las personas, de manera que siempre los ambientes y lugares donde desarrollamos nuestra misión pastoral sean sanos y seguros, y nuestros niños, jóvenes y sus padres, puedan confiar plenamente en la labor de formación de la Iglesia y de las personas que trabajan en ella. En este ámbito se remitirá a cada unidad pastoral un documento aprobado ad experimentum sobre buenas prácticas, que permite a quienes tienen responsabilidad en la Iglesia evaluar los lugares, espacios y ámbitos de trabajo y adoptar, luego, las medidas para que cumplan con los estándares necesarios”.

Además destaca que “…el tiempo actual debe ser un espacio de verdadera penitencia, realidad esencial en la vida cristiana y en la enseñanza de la Iglesia, que no podemos olvidar”. “Pido a cada uno y a todas las comunidades que mediten en este tema y tomen resoluciones comunitarias, familiares o personales, para hacer algún tipo de penitencia concreta por nuestros pecados y los pecados ajenos, especialmente los de consagrados que han heridos gravemente a los menores”.

Mons. Juan Ignacio señala que “Como nunca, hemos de cuidar la unidad entre los miembros de la Iglesia, procurando evitar todo aquello que la pueda dañar: comentarios, chismes, hacerse eco de críticas, etc. Luego, trabajar con intensidad en aquello que es la misión apostólica propia de cada uno: sacerdotes, diáconos, religiosos y laicos. Hacer lo que se debe hacer y estar en lo que se hace, con alma, corazón y cabeza. En especial quienes tienen obligaciones de guiar a otros, han de esforzarse por escuchar con delicadeza a sus hermanos y hermanas, atenderlos pacientemente, confirmando a todos en la fe, mediante la propia vivencia de nuestra vida cristiana en el trabajo apostólico, profesional, familiar, etc.”

El obispo de San Bernardo enfatiza que “En estos tiempos es también muy oportuno arreciar en la oración, pedir con fe que el Señor acorte este tiempo de prueba por el que pasamos…”.

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Fuente: Comunicaciones San Bernardo
San Bernardo, 21-03-2019