Así lo aseguró el Administrador Apostólico de la Iglesia local, obispo Jorge Concha Cayuqueo, y explicó que esta Comisión de Escucha y Acompañamiento fue creada en noviembre del 2018, de acuerdo con los lineamientos de la Iglesia de Santiago, y “con mucho apoyo de algunos entes públicos, sobre todo de la PDI y la Brigada de Delitos Sexuales”.

El equipo responsable de este nuevo servicio de nuestra diócesis lo conforman: la Coordinadora, Margarita Rojas Riquelme; Luisa Ivette Hurtado, Isabel Caldumbide Schilling y la Religiosa Terciaria Capuchina, Marta Cecilia Ibáñez.

Durante este tiempo, estas cuatro mujeres han estado en el proceso de afiatamiento y de formación, “cada una tiene sus propias actividades personales y son personas idóneas y con gran capacidad de escucha y empatía y creo que, por estas mismas capacidades de cada una, va a ser un gran aporte para nuestra Iglesia local”, aseguró el Obispo Jorge Concha. “Con esto nosotros también nos ponemos a la altura de las exigencias que ha ido asumiendo la Iglesia en Chile: tener una Comisión abierta para recibir denuncias y frente a la cual las personas pueden sentirse con plena libertad, con mucha confianza que van a ser escuchadas y acompañadas”, añadió.

Esta Comisión de Escucha y Acompañamiento de la Diócesis de Osorno, que trabajará estrechamente con el equipo diocesano de Prevención de Abuso, funcionará a partir de marzo en Guillermo Matta 433, oficina 2, con atención los martes de 12.00 a 14.30 horas y los jueves desde las 15.00 a las 17.00. También se pone a disposición de la comunidad el número telefónico 64 2 531169 y el correo comisionescucha.dosorno@gmail.com.

Monseñor, ¿hacia quienes está dirigido este nuevo servicio?

Esta es una Comisión de Escucha y de Acompañamiento, y como tal, entonces escucha a todas las personas en primer lugar en el ámbito de la Iglesia, que se sientan vulneradas en sus derechos; ya sea como víctimas de abuso sexual, de poder o de conciencia. También, si hay alguien fuera de la Iglesia que se sienta vulnerado en este sentido, serán bienvenidos, y serán derivados donde corresponde.

¿Y ya han recibido alguna denuncia o solicitud de escucha?

Hasta hoy ninguna. No ha habido ninguna denuncia, ni solicitud de escucha, ni nada que esté en proceso de investigación.

Las denuncias que se reciban en esta Comisión, ¿pasarán directo a la justicia civil o primero se resolverán en la justicia canónica?

Hoy tenemos orientaciones muy claras. Cuando se trata de menores, eso va a la fiscalía lo más diligentemente posible. Tratándose de una persona consagrada, tiene su curso canónico a seguir, pero también va a la fiscalía, en caso de veracidad en los hechos.

En cuanto a la confianza ¿De qué modo la Comisión garantiza el sigilo de la identidad de quienes acudan a ella?

Hemos ido clarificando lo más posible varios criterios que necesitamos tener en cuenta y de lo que tenemos que respetar, uno de ellos es la voluntad de las personas y hay quienes querrán seguramente, mantener en reservas su identidad, y el equipo de la Comisión está preparado para eso. Sabe cuáles son sus límites y cuáles son también aquellas cosas que tienen que declarar.

¿Y de qué manera la Comisión velará porque no se filtre la identidad del denunciado?, porque también ha sucedido que la acusación no es verídica

A este respecto nosotros entramos en un tema bien delicado, y frente al cual yo pido el máximo de cooperación, porque la comisión garantiza lo más posible la confianza. Son personas maduras que tienen bastante experiencia y han recibido la preparación necesaria también para resguardar la confidencialidad y la confianza de todos, el ser responsable con eso; para el que denuncia y el que es denunciado, teniendo presente algunos criterios básicos de un proceso justo.

Además, nosotros no somos una instancia legal, jurídica, sino que somos un medio desde el cual se derivará después al ámbito que corresponda a la justicia. Nosotros no somos un tribunal. Esta es una comisión de escucha, de acompañamiento, porque hay mucho sufrimiento en la víctima, y la confiabilidad es un tema que hemos conversado bastante y la Comisión se preparó para esto. Hay que dejar trabajar la Comisión, para que se garantice también los derechos de las personas.

Monseñor, ¿Cuál es su mensaje para animar a las personas a no guardar silencio en el abuso, a que lo denuncien?

Que la gente se anime, que no tenga miedo, que con mucha confianza se acerquen a esta Comisión. Es una instancia que se preparó con calma, y está en óptimas condiciones para ofrecer un buen servicio y frente a este mayor nivel de conciencia que existe hoy, tenemos que estar a la altura de esta realidad. Que se atrevan, que tengan confianza y lo que queremos es que sea un buen servicio para todos desde el ámbito de la Iglesia.

Margarita Rojas Riquelme, Coordinadora de la Comisión


“Estamos organizadas para iniciar este desafío en marzo, pero en este tiempo de verano también, siempre habrá alguien que pueda responder en caso de que se requiera”, señaló.

También dijo que el objetivo de esta Comisión es acoger, escuchar y derivar cualquier situación donde alguna “persona sienta que se le han vulnerado sus derechos desde el punto de vista del abuso, y que haya ocurrido dentro del ámbito de la Iglesia, con la salvedad de que cuando ese abuso constituya delito, se deriva inmediatamente a la fiscalía”.

“Nosotras estamos dispuestas y haremos todo lo mejor que podamos, y si en un momento determinado o en una situación puntual en este proceso de denuncia por abuso, requiere de un apoyo profesional en lo legal o en lo psicológico, también será posible derivar en ese sentido. Depende mucho de la persona, de la edad, de la materia que se trate”, explicó la Coordinadora de la Comisión de Escucha y Acompañamiento de la Diócesis de Osorno.

Fuente: Comunicaciones Osorno
Osorno, 14-02-2019