Durante las seis horas y media que duró el viaje, los jóvenes –con poleras estampadas con sus nombres, parroquias y símbolos de Chile- se vieron tranquilos y espectantes, sobre todo considerando que para muchos de ellos era su primer viaje en avión, y fuera de Chile. El despegue fue la primera sorpresa. Luego, al aterrizar, los mayores dieron paso a los novatos para sentarse al lado de la ventana y no perderse detalle.

Ricardo Nadales, Coordinador de los peregrinos nacionales, llegó hasta el aeropuerto para despedir a los primeros jóvenes, dijo estar muy “contento con estos primeros peregrinos. Sabemos que saldrá todo bien y a pesar de los inconvenientes de algunos antes de volar, el proceso ya partió y sabemos que será una gran experiencia para cada uno de ellos”,

Los grupos de peregrinos son, 7 de la parroquia de Santa Bárbara, en la Octava Región, y 18 de la Parroquia San Esteban de Puente Alto. Felices y ansiosos, es la opinión de todos con quienes se conversa, y están dispuestos a contar anécdotas y experiencias.
Así es como se conoció la manera en que la parroquia de Puente Alto, con la ayuda de su párroco Ricardo Acosta, logró financiar las inscripciones y pasajes de todo el equipo.

Durante el año hicieron varias actividades para costear los gastos de siete de los jóvenes que se estaban quedando sin viajar. Cuenta uno de los jóvenes, Rodrigo Reyes, que muchas veces sintieron que ya no había oportunidad y bajaban los brazos, pero algo pasaba y los fondos llegaban, Dios se ocupó.

“Ha sido una linda experiencia llegara hasta acá. También ha sido fuerte, ya que para poder lograr los recursos para ir a Panamá he dejado mucho las labores en la parroquia y eso implica sacrificio. De todas maneras, estamos con todas las ganas y la esperanza de vivir una experiencia nueva en Panamá”, señaló Rodrigo.

El padre Ricardo Acosta, gestor de esta peregrinación dijo: “Son 17 jóvenes y dos sacerdotes. La verdad que cada joven se la ha jugado por llegar hasta aquí, con harto sacrificio al principio, pero luego, con el tiempo, se dieron de la importancia de todo esto. Así que esperamos que la experiencia JMJ sea realmente importante y llena de fe para ellos como lo será también para mí”.

Al llegar, un sonoro “ceacheí” inundó los pasillos del avión, que lejos de molestar a los demás pasajeros logró sacarles una sonrisa. El grito es nuestra tarjeta de presentación donde vaya un chileno.

El grupo de Santa Bárbara viajó directamente a la diócesis de Colón, donde se realizará la semana misionera. El resto permanecerán en Ciudad de Panamá por los tres días de esta semana.

Fuente: Comunicaciones JMJ 2019 Chile

CECh, 10-01-2019