El hermoso templo parroquial estaba lleno, la noche del martes 28 de agosto, para participar de la misa, presidida por el Obispo, que culminó el trabajo de restauración, fruto del trabajo de la misma comunidad parroquial, más el sector privado y el sector público.

En su homilía, el Obispo dijo que "Ella es miembro de la Iglesia, estuvo en medio de los discípulos y está en medio de nosotros. Nuestros antepasados le levantaron templos y la representaron de tantas maneras. Aquí rezaron nuestro antepasados, -agregó- aquí hemos rezado nosotros, y aquí deben traer a sus hijos y sus nietos, para que conozcan y amen a la Virgen".

Don Celestino admiró la belleza del templo y aseguró que muchos turistas harán lo mismo. "Ojalá que también se vayan admirados de la comunidad, que reza a la Virgen y cuida su templo". Como conclusión, destacó la confianza de María en la palabra de Dios y su generosidad.

Entre los elementos ofrecidos en el altar se destacaron herramientas de trabajo, los sobres de la campaña realizada por la comunidad y el precioso recuerdo confeccionado para la ocasión.

Para continuar la celebración, después de la misa hubo un acto en el frontis de la Iglesia, que lucía imponente con su nueva iluminación. Allí se galardonó a quienes fueron parte del equipo de trabajo y se amenizo con música, cuecas y una convivencia.

Fuente: Comunicaciones Copiapó
Tierra Amarilla, 29-08-2018