“Hemos pasado por esta puerta, como el paso del mundo a la casa de Dios, queremos que sea también un paso del pecado a la gracia” con estas palabras el Administrador Apostólico, Pbro. Enrique Olivé Turu inauguró en la Diócesis San Juan Bautista de Calama la apertura al año santo Jubilar de la Misericordia.

Fue en el costado del principal templo de la ciudad, donde se congregaron cientos de fieles para celebrar la apertura diocesana al año de la Misericordia y posteriormente participar en la Liturgia con la que se convocó a este tiempo de gracia al que convoca la Iglesia en todo el mundo.

Vivir la experiencia de la misericordia de Dios a la que nos invita la Iglesia, no tendría ningún sentido dijo el Pastor, sino somos capaces de manifestar ese amor para con los demás, ser portadores y testigos de ese amor.”La eficacia de la Iglesia tiene que ser a través del testimonio”, apuntó el Padre Enrique.

El Pastor recordó que en la Diócesis de Calama se establecieron tres iglesias donde buscar la misericordia de Dios, La Catedral San Juan Bautista, el templo del Santuario de Ayquina y la Iglesia de San Pedro de Atacama. A estos lugares se peregrina, es decir, -menciono- “se acude sabiendo, adonde se dirige, se peregrina con sacrificio, dejando la comodidad de nuestras casas para encontrarnos con Cristo y con la Virgen”.

Finalmente el Administrador Apostólico, Enrique Olivé mencionó que este Año Santo nos invita a la conversión. “nos reconocemos pecadores y descubrimos que necesitamos cambiar para gozar del corazón amoroso de Jesús (…) esta misericordia de Dios tenemos la oportunidad de experimentarla en la Confesión, así como entendemos que Dios nos perdona, debemos perdonarnos nosotros mismos y al prójimo. Recordemos misericordia de Dios y misericordia de nosotros a los demás”.

Fuente: Comunicaciones Calama

Calama, 14-12-2015