Con una Eucaristía presidida por el Obispo, Guillermo Vera Soto y con la participación de autoridades locales y junto a un millar de fieles de la provincia El Loa, se agradeció el legado de amor del Papa Juan Pablo II.

La celebración que tuvo que ser trasladada al frontis de la Catedral San Juan Bautista, fue el homenaje oficial con que la Iglesia de Calama despidió al Pastor Universal, uniéndose con ello a las innumerables muestras de afecto y gratitud demostradas en todo el mundo.

En su homilía Mons. Guillermo Vera, agradeció a las autoridades locales y fieles su presencia y tuvo especiales palabras de gratitud para los pastores evangélicos que participaron de la Eucaristía, quienes manifestaron su adhesión al pesar de la Iglesia Católica ante la muerte del Sumo Pontífice.

El Obispo Prelado de Calama, repasó algunos pasajes de la vida del Santo Padre, en especial su intensa labor apostólica, la que lo trajo en 1987 a nuestro país. De este viaje rescató sus principales mensajes donde los pobres, la familia, los jóvenes y los trabajadores entre otros, -recordó- conocieron de la preocupación y esperanza que transmitió el Papa.

Las cualidades de Juan Pablo II, fue otro de los temas que abordó Monseñor Guillermo Vera, los ejemplos de fe, fidelidad a Dios y perseverancia demostrados con su propia existencia se mantendrán como un legado imborrable en la vida de los creyentes.

Las oraciones que hoy dirigimos por el eterno descanso del Papa, dijo el Obispo de Calama, también hoy debemos orientarlas para el nuevo pastor que debe ser elegido próximamente, en la esperanza de que Dios acompañe su caminar a la cabeza de la Iglesia.

Fuente: Comunicaciones Calama
Calama, 05-04-2005